En ese momento, Soldados del Ejército Nacional lo interceptaron tras notar su conducción irregular y dieron aviso a la Policía Nacional Civil, que procedió a su captura. La prueba de alcotest arrojó 149 grados de alcohol en su aliento.
Por estos hechos, el sujeto de 28 años fue procesado judicialmente en el Juzgado Cuarto de Paz de Soyapango, donde recibió una pena de dos años de prisión tras encontrarlo culpable del delito de conducción peligrosa de vehículo automotor.
Sin embargo, la jueza sustituyó la pena por trabajo de utilidad pública, que será supervisado y asignado por un Juzgado de Vigilancia Penitenciaria y Ejecución de la Pena.
Además de la condena, al imputado se le impuso la pérdida temporal de sus derechos ciudadanos durante el período de la sentencia, lo que le impedirá realizar trámites bancarios, participar en procesos electorales o gestionar herencias. También se le prohibió conducir vehículos por el plazo de un año.
