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La polémica ha surgido en el Auckland City tras humillar a Boca Juniors, de Argentina, al empatar a un gol en el cierre de la fase de grupos del Mundial de Clubes.
La FIFA decidió que los clubes que empataran sus partidos recibirán un millón de dólares, que se sumarían al premio de $3.58 que recibieron por clasificar al Mundial de Clubes.
Aunque inicialmente se declaró que el dinero sería repartido entre jugadores y cuerpo técnico, sin embargo, surgió un nuevo protagonista en esta historia.
La Federación de Fútbol de Nueva Zelanda reclama el dinero, ya que por reglamento los equipos deben ceder sus derechos económicos sobre el dinero y cederlo a dicha federación.
“No estoy autorizado a hablar más sobre el tema. Tendremos que esperar a ver qué sucede”, apuntó Gordon Watson, director general del Auckland City.
