La actriz canadiense de 57 años hizo su esperada aparición en la Met Gala 2025 con un estilismo que no solo destacó por su elegancia, sino también por el mensaje que transmitió. Sin necesidad de artificios, Pamela reafirmó que la belleza no tiene edad ni reglas.
Para la ocasión, Pamela Anderson lució un vestido plateado de líneas estructuradas y detalles brillantes. La pieza, firmada por Tory Burch, apostaba por un equilibrio entre sofisticación y modernidad.
Además, la ex chica Playboy sorprendió con un peinado muy alejado de su melena icónica de los años noventa. Un corte bob pulido a la altura de la mandíbula, acompañado de un micro flequillo que enmarcaba su rostro con suavidad.


Otra de las cosas que más ha llamado la atención fue su rostro sin maquillaje, algo que ya viene siendo parte de su nueva filosofía de vida. Desde la pérdida de su madre en 2022, Pamela Anderson tomó la decisión de dejar de maquillarse. El duelo la llevó a replantearse su relación con la imagen y a liberarse de la presión de lucir perfecta.